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Mi papá viaja a Corea del Norte en 1972 , este fue su último viaje.
En la fotografía sale con la misma chaqueta del pasaporte, era tan pobre.
Mi papá era parte de una delegación del Partido Comunista chileno y por lo tanto fueron recibidos con todos los honores y formalidades de una visita con esas características. Estos viajes tenían como sentido hacer lazos y fraternizar con otros estados socialistas y comunistas conociendo sus realidades y procesos revolucionarios.
Recuerdo que nos contaba que era “Como mucho” el tema del culto a la persona de Kim Sung, el gran líder coreano donde todo era en función de él.
Mi padre era un comunista de tomo y lomo, para él el Partido era muy importante, cuando era secretario general de las juventudes fue castigado por una desviación de opiniones que lo involucraron y tuvo que dejar de ser secretario general y fue bajado a las bases y aún así él siguió firme en el Partido, esto fue durante varios años. Luego volvió al comité central y terminó siendo el secretario general del PC en clandestinidad, a pesar de que lo debe haber pasado muy mal el último tiempo y se daba cuenta de los problemas que habían, de las deficiencias de las que alguna gente estaba hablando. Él fue súper cuidadoso en sus comentarios, por eso no es que él llegara hablando mal de Corea del Norte , solo fue ese comentario sobre el culto a la personalidad del líder de Corea.
Relatado por María Luisa Ortiz, hija de Fernando Ortiz.