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Arreglaron el altillo arriba en la casa
Llegó al MIR cuando ya era hombre, y ahí tenía mucho entusiasmo por cambiar el sistema, que no hubiera pobreza, y nosotros le decíamos: “No po Mauricio, aquí hay una pobreza que nunca van a poder sacar”, pero él insistía que sí. Seguramente los grandes políticos le decían que se iba a terminar. Cuando había huelgas era el primero que estaba.
Arreglaron el altillo arriba en la casa y ahí recibían a sus amigos para hacer reuniones. Ahí iban Edgardo y Miguel Enríquez, y Bautista Van Schouwen, a ellos los conocía porque se quedaban a tomar once y todo. Van Schouwen era tan de la casa que llegaba y se tomaba su vaso de leche. Mauricio conocía mucha gente, posiblemente estaba con un rol importante en el MIR, porque después el que mandaba era Pepe Carrasco, que lo mataron en los 80.
Relatado por Luz Encina, madre de Mauricio Jorquera.