El sueño

No soñé nunca con mi padre hasta que estuve casada con dos hijos.

Un tiempo antes mi mamá, Pola, se cambió de casa y decidió heredar a los familiares cercanos varias de las cosas que guardaba de él en una maleta con quillay. Yo me  quedé con varias, como unas copas rusas, ropa y una chaqueta de jeans.

Un tiempo después de eso, una noche soñé con él. En mi sueño yo no sabía realmente qué hacía o a qué se dedicaba. Creo que pensaba que vendía helados. Tampoco sabía si era un hombre bueno o malo. El sueño era extraño, pero lo que recuerdo más claramente es que él me decía que en el bolsillo de la chaqueta de jeans había una moneda, que la tenía que buscar.

Me desperté y le conté el sueño a José Ignacio, mi pareja, pensando que en esa chaqueta que yo incluso había usado, podía haber quedado escondida una moneda por tanto tiempo. José me dijo que tenía que hacer caso a mi sueño, que la buscáramos y así lo hicimos. A simple vista no vimos nada y pensé que había sido solo un sueño, pero José insistió en que siguiéramos buscando. Cuando descosimos el forro de la chaqueta, encontramos una moneda de diez escudos acuñada en 1974.  De verdad fue sorprendente, como de otra dimensión. La verdad es que no lo puedo explicar, pero creo que mi papá siempre me envía señales. Toda mi vida lo he sentido cerca mío… Por eso, desde aquel día guardé la moneda como amuleto.

Relatado por Lorena Díaz , hija  de Lenin Díaz.