La casa tenía hasta chimenea

Mi casa era muy grande, para guardar el auto teníamos un garaje y una puerta por la que se entraba. De ahí un salón grande, después venía la pieza de mi mamá que al principio la teníamos cerrada desde que murió, que la dejamos igualita. Después venía el baño y la pieza que fue mía, también un potrero, después venía otro baño, la pieza de los niños, y de ahí otro baño más que era para visitas. Después el comedor que daba al pasillo, la cocina y el repostero, donde se hacían dulces y guardábamos las conservas, mermeladas, todo eso. En el repostero también se guardaba el servicio. Había una escala que daba a un altillo con tres piezas. Una para las herramientas, la otra para la Victoria y su marido y el baño. La casa tenía hasta chimenea. Los muebles eran traídos de Francia, porque un señor, hermano de mi Nona, en el tiempo de Balmaceda se había tenido que ir fuera de Chile por la Guerra Civil. La casa era de mi familia y me la dejaron en herencia. Al final la vendimos.

Relatado por Luz Encina, madre de Mauricio Jorquera