Hijo póstumo

Mi caso es curioso; como soy hijo póstumo -mi mamá no estaba casada con mi papá y los dos habían estado casados anteriormente-, yo aparezco como fuera de la legalidad.

Estando embarazada de mí, mi mamá se va a la embajada y logra irse a parir a la Clínica Santa María porque estaba cerca. Ahí llegan los milicos, y se meten con ametralladora dentro del pabellón. Me amenazan a mí recién nacido, pero aparece el cónsul y logra sacar a mi mamá. Ella estaba súper focalizada en tenerme. Nunca se permitió tener pena, era súper activa, sabía lo que tenía que hacer, y al final no le queda otra que irse.

Relatado por Máximo Corvalán-Pincheira, hijo de Ricardo Pincheira.