De Corvalán a Pincheira 

Llega un momento en que mi mamá decide salir de Chile, embarazada y con una hija de cuatro años, porque no le queda otra. Y esta decisión se mezcla con esta cosa medio machista de quién otorga la salida del hijo, el permiso notarial del padre. Entonces mi mamá le pide a su primer matrimonio si me puede inscribir a mí en su libreta. Su apellido es Corvalán, por eso mi historia. Yo salgo al exilio como Corvalán, y siempre sabiendo que mi papá se llamaba Ricardo Pincheira, que mi apellido real era Pincheira, pero crecí como Corvalán, construí ese apellido. Después cuando vuelvo, empiezo a hacer los trámites, son súper largos todos los trámites judiciales, con análisis de ADN a los abuelos y todo. Y recién el año 2007 se establece por términos legales que yo soy hijo de Ricardo Pincheira, y me cambio a Máximo Pincheira.
Mi nombre siempre fue Máximo, porque Máximo fue la chapa de mi papá, y mi mamá como homenaje me pone así. Como artista soy Máximo Corvalán, primero, porque ese era mi apellido, yo lo construí, me llamaban a la pizarra con ese nombre, me castigaban “¡Corvalán!”, entonces lo vas construyendo, es parte de ti, es tu identidad. Por eso me pareció extraño abandonarlo, y lo que decido como artista es firmar Corvalán-Pincheira, como un nombre compuesto.

Relatado por Máximo Corvalán-Pincheira, hijo de Ricardo Pincheira.