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Chacabuco .17-IV-74.
Para Aminta Traverso.
Tel: 236-481
Stgo.
Querida Aminta:
Hoy he recibido una inmensa encomienda contenida en un tiesto de plástico para lavar.
Todo lo que en ella me enviaste llegó sin novedad y muy a tiempo, pues nuestra despensa estaba un poco necesitada.
Antes que nada quiero decirte que ya pusimos a prueba el dulce que preparó tu mamá y todos coincidían en que es excelente.
Dale mis agradecimientos a tu mamá por su delicioso regalo, en mi nombre y el de todos los de la casa 5/26.
También recibí una carta con 500 escudos que te agradezco, pues estaba sin un cobre.
Cada vez que recibo algo tuyo me lleno de alegría, pero me da mucha pena pues sé de todos los esfuerzos que tienes que hacer para enviarme estas cosas.
Ya te lo he dicho otras veces, que nuestra vida está llena de estos sentimientos contradictorios donde se mezclan la alegría y la pena en una sola sensación difusa y difícil de expresar.
Creo eso sí, que la esperanza, hace que en definitiva prime la alegría.
Junto con esta encomienda le llegó una a Julio de Ana María donde le manda cáñamo, alambre y lana.
Esto más lo que me mandaste tú nos servirá para hacer algunas cosas que ojalá sirvan para apalear, aunque sea en parte, la situación de Uds. afuera.
Amor mío, la verdad es que vivo soñando con nuestro reencuentro, con volver a estar a tu lado para sentirte y acariciarte. A veces siento desesperación que me cuesta mucho controlar. Como tú me dices, tengo fuerza y pienso que el futuro será mejor y me imagino cosas bellas, de nuestra vida, de nuestra hija ya grande junto a ambos.
Confío en que será así, pues ninguno de los dos ha hecho nada malo para que nos impidan realizar nuestra vida con tranquilidad.
Espero que la vida me permitirá realizar mi sueño y no sé porque, pero siento que será así.
En cuanto a los “caldos”, hay que tomarlos como tales, con mucho escepticismo. A veces los rumores reiterados suelen confirmarse, pero a veces no tienen nada que ver con la realidad.
De todas maneras, es necesario vivir no en función de los “caldos” sino que de hechos concretos y mientras yo esté aquí, es preferible pensar que estaré un tiempo largo.
Por las noches, cuando me acuesto, puedo mirar las estrellas de este cielo limpio de la Pampa.
Esto gracias a un tragaluz que pusimos en el techo que nos ilumina la pieza en el día y que me permite ver el cielo en las noches. Estas estrellas que recuerdan tus ojos, esas noches felices que pasamos y trato de sentir tu calor en mi cama de presidiario y a veces, aunque tú no creas, me transporto de tal manera, que te siento, te veo, te acaricio, te amo con todo mi corazón.
¡Ay cuándo¡ ¡Ay cuándo¡ me encontraré contigo, como dijo nuestro premio nobel.
Hoy día el Capellán me mostró una carta de una organización que se llama “AMNISTIA INTERNACIONAL “. Esta organización tiene sede en HAMBURGO (R.F.A). La carta esta dirigida a las autoridades del campo y preguntan, en particular por mí. Piden saber si me encuentro en Chacabuco, si estoy bien, qué cargos me hacen y si seré sometido a juicio.
También preguntan si me pueden escribir.
El saber que un organismo internacional se preocupa por mí es algo que me reconforta y me da mucha tranquilidad.
El capellán me dijo que él respondería la carta, dando respuesta a todas las preguntas planteadas.
De las cosas que me mandaste, solo la lima no reúne totalmente las condiciones. Es de la misma forma como te la pedí pero 10 veces más chica de lo necesario. Sin embargo, considerando que las grandes deben ser muy caras, es preferible que yo me las arregle por otro lado. De todas la chiquitita sirve para algunos trabajos.
Amor mío, recibe todo mi amor, para ti y para María Paz, nuestra preciosura. Cariños para todos nuestros seres queridos.
Ojalá pronto podamos estar juntos.
¡Te Quiero Mucho!
Marcelo
Carta escrita por Marcelo Concha durante su detención en el campo de concentración de Chacabuco.