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El Golpe
cuando fue el golpe, y murió el presidente Allende, nosotras tres pusimos la bandera a media asta con un crespón negro, y mi mamá venía llegando furiosa y nos dice: “¡Saquen eso!”.
El compañero Cortés, que es un compañero muy valioso, con otro compañero más que tenía vehículo se fueron como a las 6 de la mañana al Comité Local. Como a las 6 de la mañana, estaba oscuro, y él gritaba: “¡Edith, Edith!”.
Ese día mi papá salió como todo el mundo a trabajar y se fue al Partido en Valparaíso, que quedaba en el Parque Italia, y allá le dice el caballero que cuidaba: “Compañero, ¡que está haciendo aquí, váyase a la casa, hay golpe de estado!”. Y mi papá se vino por los cerros desde Viña hasta Valparaíso, porque el plan estaba todo con milicos. Eran las 6 de la mañana, estaba oscuro, y el Pedro llama a la Edith, ella sale, se viste y parten. Lo primero que hicieron fue ir al Comité Regional acá abajo, sacaron y quemaron todo. No habían llegado todavía acá, los allanamientos fueron después. Botaron todo: los carnets, las fichas, todo. Con el Fernando Tazar, que era diputado, los tres eliminaron todo. Dejaron pelado el Comité Regional. De ahí se fueron por los cerros, por eso mi mamá llegó acá como a las dos de la tarde. Se fueron por los cerros avisándoles a los compañeros que pudieran lo que estaba pasando y lo que tenían que hacer.
Relato de Érika, Mónica y Patricia Navarro