Querida Patricia:

Leí en el Mercurio de dos semanas atrás, Tu  triunfo, Tu hermoso 3º lugar.
Sé que vendrás este sábado  y domingo a competir.
Te deseo mucha suerte y me conformo con el lugar que saques.
Te felicito de antemano.
Me agradaría mucho verte y conversar contigo, igual que con Mónica,
pero la cosa está muy pesada,
el enemigo pega muy fuerte en estos días
y la seguridad está en primer lugar.
Es necesario que sepas que a pesar
de estar separados siempre estaré contigo,
con Mónica, con Erika y con tu madre.
Ya vendrán tiempo mejores y podré verte directamente
y aplaudir  tus triunfos o derrotas
y poder reír juntos.
Yo estaré bien
todavía confío en mi buena estrella
y que nada me pasará.

Esta carta, si quieres la guardas,
pero es mejor que la rompas, por si acaso.
Es todo.

Cariños, muchos cariños

Tu padre.

Escrito en clandestinidad  por Fernando Navarro a su hija Patricia, 1975.