Recordando a mi padre

El 10 de mayo cuando se conmemora su desaparición, siempre hago algo, el año pasado pesqué unas imágenes y le puse música arriba en uno de estos programas que hay, música para nada combativa, le puse música de Los Beatles. Siempre están estos ritos permanentes que son además individuales, súper íntimos. A veces mi hermana, la Lilia, hace homenajes, pero mi hermana tiene otra vivencia a la nuestra. No nos criamos en la misma casa, ella fue dirigente política en los 80, tiene una madre que viene de una familia política. Marcelo se conecta con mi papá a través de la música, y yo a través de las letras, entonces cada uno tiene su ritual. Yo escribo, hago videos o a veces publico las cartas. Yo estudié Periodismo. Siempre han sido mis formas de poder canalizar un poco… restaurar  fotos, encontrar algo y mandárselo a mis hermanos, y bueno, el año pasado, hay una organización en Estados Unidos, Nuevo México, que se llama Missing Friends, y esa organización la dirige Luis Soto. Luis Soto fue un compañero de mi papá en la Lumumba, que además después del Golpe estuvo detenido. Cayó detenido en el Estadio Chile con Víctor Jara, y él se casó con una norteamericana-mexicana. Él fue compañero de Mariano Turiel, de Lenin y de mi papá, entonces él es maratonista y viene todos los años a la maratón de Santiago y corre con las pancartas de los tres y corren todos. Es muy linda esa campaña de poder correr. Es importante entender que los desaparecidos fueron un símbolo y que la dictadura tiene una ideología que nos puede afectar a unos, a otros e incluso independientes del pasado que podamos haber tenido, o de cómo pueden haber pensado nuestras familias, o de si militamos o no en la época de la Unidad Popular.  Ahora tenemos más capacidad para poder gritar, para poder exigir, para poder cuestionar.

Relatado por María Paz Concha, hija de Marcelo Concha Bascuñán.