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Juan egresó el 66
Juan estudió la básica en la Gran Avenida, partió al lado de su casa en la Ciudad del Niño, y terminó en una escuela de por ahí; luego se fue a la normal Faustino Sarmiento que era una normal particular que habían creado los comunistas. Juan egresó el 66 y estuvo dos años en la Núñez porque después, el 64, Frei cerró la normal. Él empezó a interesarse en la docencia desde chico, en la Sarmiento se entraba con 13 o 14 años, y de ahí hizo hasta cuarto. En esos años uno hacía dos años de media y después era profesional, en perfeccionamiento de las técnicas del Castellano, Matemática, Didáctica, Lenguaje. Él sale con título de profesor el año 66, y al tiro empezó en lo alto porque metieron a Juan a un reemplazo y cuando tú hacías suplencia te pagaban el máximo de sueldo pero eso no era imponible, entonces la gente se empieza a acostumbrar a tener mejor sueldo, después lo sacaron y lo mandaron a otra parte también como subrogante y reemplazaron a su directora y ganaba el sueldo de la directora, entonces siempre anduvo en cargos de jefe y tenía 22 años.
Yo también era profesora, y tenía una actividad en mi escuela del departamento de Orientación que organizaba de marzo a noviembre una actividad por mes, y en noviembre me tocó a mí hacer una ponencia sobre el conocimiento del folclor en Chile, de Arica a Magallanes. Entonces yo llamo a Juan por teléfono desde el colegio y le digo: “¿Tú podrías venir a dar una charla al colegio? Porque fui a hablar con el Patricio Manns y está ocupado”. Y me dijo “Ningún problema”. Yo mandaba un cuaderno por la sala para que todos tomaran nota, cada niño llevaba su silla y ese día tocaba tal tema, entonces yo les decía que iba a llegar un profesor. Y Juan no llegó. Yo con todo el colegio en el salón porque eran los quintos y sextos básicos, la directora, la orientadora… “Chuta –me dijo él cuando lo llamé– la verdad absoluta es que me quedé dormido, y cuando tomé la micro para acá me acordé que no tenía que venir acá sino que tenía que ir a San Pablo”, donde estaba en un grupo escolar enorme que existía. Pero llegó al otro día al colegio, impecable, de terno, con una de esas mantas cuyanas argentinas, como era tan galante venía así. Lo estaba esperando yo, y a la directora que era una vieja Amunátegui de unos 80 años, Juan le da una rosa. La directora se derritió y ni lo retó, y ahí partió su charla.
Relatado por Anita Altamirano, esposa de Juan Gianelli Company.