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Jorge Ángel Vercelotti Muñoz

Jorge Vercelotti, hijo de Cornelio Vercelotti  y Nilda Muñoz, nace en Antofagasta en 1951. Es el segundo de cinco hermanos. La mayor es Celia y luego vienen Jorge, Marianela, Graciela y Miguel Ángel. Jorge estudia un año Biología en la Universidad de Chile en Antofagasta e ingresa al MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitaria), partido formado por la escisión de un sector rebelde de la Democracia Cristiana. Luego milita en el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria).

Vercelotti es menudo, de tez blanca y usa lentes de marco grueso como se estila en la época. Le dicen “Tevito” o “Tevo”. Desde kínder hasta sexto de humanidades, se educa en el  Colegio San Luis de Antofagasta. Para Celia, su hermana mayor, Jorge –con sus grandes y bellos ojos–, es su hermano más cercano. Él es tranquilo, y ella impulsiva y peleadora. Sus papás solo le dan permiso para salir cuando él también sale.

En la jefatura estudiantil de partidos, Jorge es igual de sereno y un poco tímido. Se pone nervioso cuando tiene que hablar frente a un grupo; no está acostumbrado. Sus compañeros piensan que es un obrero por su manera de vestir  y porque trabaja en el área sindical. Años después se enteran de que había sido universitario; él es humilde, no se cree de los mejores ni arma desórdenes.

En 1972, deja la universidad y su ciudad para trasladarse a Arica. Ahí trabaja en la Tesorería General de la República. Luego integra un pequeño grupo de militantes locales enviados a Cuba meses antes del golpe militar. Regresa a mediados de julio de 1973 y pasa a ver a su familia a Antofagasta. Esa fue la última vez que lo vieron.

Poco antes de morir Jorge le envía una carta a su mamá donde le dice que no halla la hora de volver y cumplir todo lo que sus padres desearon de él, que no los iba a defraudar; terminaría su carrera profesional. Después llega una carta del MIR en que le informan a la familia de su muerte y les pide que vayan a buscar su cuerpo a Buenos Aires.  También llega una nueva carta de Jorge. En ella da cuenta de su profunda convicción como militante y revolucionario, decidido a morir si fuese necesario.

Su padre recibe ambas cartas, las cuales son ocultadas por un año para ser reveladas en 1977. Él le pide a su familia que no se hable más de Jorge y que nadie de la familia vaya en busca de sus restos. Celia presume que esta reacción del padre fue una decisión que tomaron con Jorge la última vez que los visita, ella cree que fue para protegerlos.

Celia comienza una campaña para saber de su hermano el año 2001 y obtiene respuesta recién el 2005, recibiendo un llamado del director del Instituto de Medicina Forense de Argentina quien le informa que creen tener el cuerpo de su hermano y que iniciarán una investigación. El año 2005 se le entrega a Celia en el Ministerio del Interior en Chile, una carpeta con todo el informe sobre su hermano Jorge, en el que se describen sus últimos momentos de vida.

Jorge es el primer caso certificado del Plan Cóndor, plan de operaciones encubiertas coordinadas entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur. Además es el único cuya muerte se encuentra registrada.

Su hermana y su madre dejaron una placa para su recuerdo en el cementerio de Morón, a las afueras de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

 

Fuentes
-Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. En: http://190.98.219.232/~interac/victimas/?p=2880
-Testimonio Cecia Vercelotti
The Clinic, “Los tres de Arica”. En: http://www.theclinic.cl/2013/09/11/los-tres-de-arica/