Él es del 50 y yo del 42

Éramos cinco hermanos. Pedro vivía con mi papá, mi mamá y mi hija mayor Patricia, que falleció. Mi hermano Luis había hecho el servicio militar y se fue a Santiago el año 70 más o menos, también casado. Después venía Sonia, que era menor pero se casó primero que yo, el año 66, y se fue al tiro a Santiago. Falleció el año pasado. Luego Pedro, que era el único que estaba en la casa con mi mamá, y Jorge que estaba en el servicio militar. Imagínese la contradicción mía. Mi hermano militar tampoco aparecía. A él le tocó el servicio en el cerro Chena. No lo encontrábamos y después lo ubicamos en San Bernardo para arriba. Cuando Pedro desapareció yo ya me había casado, como a los 25 años. Para mi hermano Luis fue una tragedia haber estado en el servicio en ese tiempo. Él tiene su negocio ahora, y ahí lo he visto llorar tres veces, porque por el hecho de haber estado en el servicio en ese tiempo, mi mamá, dentro de su psicosis, lo trataba de asesino. Con Pedro teníamos ocho años de diferencia. Él es del 50 y yo del 42.

Relatado por Silvia Vargas, hermana de Pedro León Vargas.